El principio de Fisher (Fisher's principle en inglés) es un modelo evolutivo que explica el porqué de la razón de sexo de la mayoría de las especies, las cuales producen descendencia a través de la reproducción sexual, es aproximadamente 1:1 entre machos y hembras. Fue definido por Ronald Fisher en su libro The Genetical Theory of Natural Selection (La teoría genética de la selección natural), publicado en 1930,[1] pero atribuido erróneamente a Fisher como original.[2] A. W. F. Edwards ha dicho que «probablemente es el argumento más celebrado de la biología evolutiva».[2] Específicamente, Fisher puso sus argumentos en términos de inversión parental, y que la inversión de los dos padres debe ser idéntica. Las razones de sexo que son 1:1 se conocen como «Fisherianas», y los que no son de 1:1 se conocen como «no-Fisherianas» o «extraordinarias» y ocurren cuando violan los supuestos hechos en el modelo de Fisher.[3] Muchas especies se desvían de la proporción 1:1 temporaria o permanentemente. Por ejemplo, especies partenogenéticas, que se aparean periódicamente como los pulgones, insectos sociales como las avispas del género Polistes, abejas, hormigas y termitas.[4]
Explicación básica
W.D. Hamilton dio la siguiente explicación en su artículo de 1967 «Extraordinary sex ratios» (Ratios de sexo extraordinarios),[3] asumiendo que los costos energéticos para producir machos y hembras son los mismos:
- Suponiendo que los nacimientos de machos son menos comunes que los de las hembras.
- Un macho recién nacido tiene mejores perspectivas de apareamiento que una hembra recién nacida, y por eso es probable que vaya a tener más descendientes.
- Así padres genéticamente dispuestos a producir machos tienen tendencia a tener mayor cantidad de nietos que la media.
- De esta forma, los genes que tienden a producir machos se dispersan, y ocurrirá mayor cantidad de nacimientos de machos.
- Mientras se acerca a la razón 1:1 las ventajas asociadas con producir machos desaparecen.
- Se sigue el mismo razonamiento si se sustituyen hembras por machos en todo el argumento. Por lo tanto, la razón de equilibrio es 1:1.
La razón 1:1 es conocida como un tipo de una estrategia evolutivamente estable.[5] En una población de individuos que siguen esta estrategia evolutivamente estable (esto es, produciendo números iguales de machos y hembras) cualquiera otra estrategia (por ejemplo, 51 % hijos y 49 % hijas) produce una disminución en la aptitud, y así la estrategia sería desfavorable debida a la selección natural.
Inversión parental
En el Capítulo 6 de «Reproducción Sexual y Selección Sexual» («Sexual Reproduction and Sexual Selection»), Fisher escribió[6] Acerca de esta explicación, Eric Charnov y James J. Bull la denotaron como "típicamente breve" y «críptica»:
Referencias



