Anapanasati (pali, "atención plena de la inspiración y espiración") es la técnica fundamental de la meditación budista, basada en la fijación de la atención sobre la respiración del usuario. Su práctica se remonta al propio Buda y está contenida en varios sutras de gran antigüedad, principalmente el Anapanasati-sutta y el Satipatthana-sutta.
En el budismo zen recibe el nombre de sūsoku-kan (数息観, "contar el número de respiraciones), en sinécdoque de una antigua técnica de contar las respiraciones llamada ganana, y a menudo se la considera una práctica preparatoria para la técnica de meditación principal o shikantaza.[1]
Técnica
A pesar de su desarrollo en los textos budistas, que pueden volverse altamente filosóficos y líricos, la forma básica de anapanasati es una técnica de extrema sencillez. El usuario centra su atención en la respiración, notando cómo el aire entra y sale de los pulmones con cada inhalación y exhalación, sin intentar controlarla, y si la atención se extravía, como es natural que suceda, vuelve a depositarla gentilmente sobre la respiración.[2] De esta manera, la mente desarrolla calma, concentración y estabilidad contra las distracciones y el pensamiento discursivo.[3]
La tradición ha desarrollado múltiples maneras de centrar la atención en la respiración, incluyendo la sensación del aire en las fosas nasales, el diafragma al hincharse y deshincharse o toda la respiración como un acto unificado, sin ninguna localización específica.[3]
La práctica ortodoxa budista no se detiene en la mera contemplación de la respiración, sino que progresa en fases que añaden cognición al esfuerzo a medida que el meditador las domina, aunque éstas son en última instancia indistinguibles de la dimensión alcanzada por la respiración sola. Autores budistas también advierten que el meditador no debe enfrentarse a la meditación tratando de obtener de ella un determinado estado, porque cuanto más lo intente conscientemente más lejos estará de hacerlo.[3]
En los sutras
El Satipatthana-sutta presenta cuatro fases.
Las dos primeras fases describen la simple contemplación atenta de la respiración, sin tratar de controlarla o doblegarla como sí se practica en el pranayama u otros ejercicios respiratorios. De la primera fase se pasa naturalmente a la segunda a medida que la respiración se vuelve más corta y leve con la llegada de la relajación. La tercera y cuarta introducen un nuevo elemento que parece requerir una actividad adicional por parte del meditador, aunque su interpretación exacta varía. La "totalidad del cuerpo" se traduce a veces como un proceso de escaneado corporal, extendiendo la sensación calmante por el resto de la anatomía, mientras que otras se traduce como la totalidad del cuerpo de la respiración, de manera que no serían sino una consecuencia de las dos anteriores.[3]
El Anapanasati-sutta, por el contrario, hace ascender las fases a dieciséis, a veces divididas en cuatro tétradas.
Los Āgamas, por su parte, describen el proceso como trece reglas generales que el meditador debe obedecer.[4]
Referencias
Bibliografía
- Analayo (2003). Satipaṭṭhāna: The Direct Path to Realization. Birmingham. ISBN 1-899579-54-0.
- Brown, Daniel P. (2006). Pointing Out the Great Way: The Stages of Meditation in the Mahamudra Tradition. Simon and Schuster. ISBN 978-0-86171-304-2.
- Mathes, Klaus-Dieter (2013). A Direct Path to the Buddha Within: Go Lotsawa's Mahamudra Interpretation of the Ratnagotravibhaga. Wisdom Publications. ISBN 978-0-86171-915-0.
- Kamalashila (1996). Meditation: The Buddhist Way of Tranquility and Insight. Birmingham. ISBN 1-899579-05-2.
- Komjathy, Louis (2017). Introducing Contemplative Studies. Wiley. ISBN 9781119156697.


